Parece haber sido introducida en Europa por los árabes en la Edad media tras su expansión por el norte de África. Su cultivo, no obstante se remonta a la época de los egipcios.
Se han encontrado tubérculos en tumbas egipcias de la XII dinastía, y son citados como alimento muy preciado y símbolo frecuente en la escritura jeroglífica del Alto Egipto. En España, se han identificado como perteneciente al género Cyperus, tubérculos carbonizados encontrado en la sepultura número 70 de la necróplis ibérica de Coimbra del Barranco Ancho en Jumilla, Murcia.
En castellano es conocida por multitud de nombres como el de chufa, cotufa astañuela, juncia avellanada o juncia comestible.
Su nombre deriva del griego kypeiros, rizoma comestible, término derivado a su vez de kypris, nombre que se daba a la diosa Afrodita en Chipre, y otorgado por las supuestas propiedades afrodisiacas de esta planta. En el lenguaje de las flores la juncia o chufa significa deseo.